🥨#2 Kaffee & Kuchen

La tradición de merendola más alemana

Si hay una costumbre alemana que refleja el placer de compartir y la pasión por la repostería casera, esa es el Kaffee & Kuchen¹. Más que una simple merienda, es un ritual que se repite todos los domingos en muchas casas alemanas: una pausa tranquila en la tarde para disfrutar de un buen café acompañado de un pastel casero. No es solo el acto de comer un dulce, sino todo lo que conlleva: la reunión familiar, la charla pausada y la satisfacción de presentar un pastel hecho con mimo.

Lo que más me llama la atención es que en Alemania todas las mujeres parecen llevar una pastelera dentro. No importa si trabajan a tiempo completo o si tienen mil ocupaciones, cuando llega el domingo, aparecen con tartas que parecen sacadas de una pastelería profesional. Es casi una competencia no escrita, donde cada una trae su especialidad: desde un Käsekuchen (tarta de queso) hasta un Apfelkuchen (pastel de manzana), pasando por creaciones más elaboradas con capas y decoraciones dignas de concurso.

Hornear es parte de la cultura alemana, y no solo en el Kaffee & Kuchen. Es algo que se transmite de generación en generación, un saber que se da por hecho y que forma parte de la vida cotidiana. Es difícil encontrar a alguien que no tenga una receta familiar de pastel o que no sepa preparar al menos una tarta básica. En Navidad, esta pasión por la repostería se multiplica con la elaboración de las Plätzchen, esas galletas especiadas que llenan las casas de aromas cálidos (para futuras ediciones de Servus Germania).

Y, por supuesto, Alemania tiene sus tartas con nombre propio, pasteles icónicos que han trascendido fronteras y que merecen su propio espacio. Desde la clásica Schwarzwälder Kirschtorte (Selva Negra) hasta el delicado Bienenstich (picadura de abeja), cada una con su historia y su encanto. Pero esas, mejor las dejamos para otro día…

1. Café y tarta