🥨#4 Elecciones en Alemania
O intentar entender un poco la importancia de este domingo 23F
Después de varias entregas gastronómicas, vamos a intentar entender a grandes pinceladas las elecciones generales del domingo en Alemania.
Si hay algo que Alemania hace a lo grande, es su Parlamento. El Bundestag no solo es el centro de la política alemana, sino también uno de los parlamentos más grandes del mundo. Y no es solo una cuestión de tamaño, sino de sistema: aquí no basta con un simple voto, y el número de escaños no está fijado de antemano.
Cuando un alemán va a votar, no elige directamente al canciller, sino que tiene dos votos. Con el primero (Erststimme), elige a un representante de su distrito. Con el segundo (Zweitstimme), vota a un partido, y es este segundo voto el que realmente decide cuántos escaños obtiene cada formación en el Bundestag. Pero aquí es donde se complica: si un partido gana más distritos directamente de los que le corresponderían por el segundo voto, se añaden escaños extra para corregir la diferencia. Resultado: el Bundestag engorda elección tras elección y ya supera los 700 diputados.
Otra peculiaridad es que, en Alemania, se vota en domingo. No hay colegios abarrotados a última hora tras la jornada laboral, sino un ambiente más relajado. Y, si prefieren evitarse el paseo, pueden votar por correo. Aquí no es una excepción, sino una norma: en las últimas elecciones, casi la mitad de los alemanes votó desde casa. Y aunque hayas pedido el voto por correo, puedes ir a tu colegio electoral el día de las elecciones.
Pero si hay un detalle que me fascina del Bundestag es el color de sus asientos. Ese azul vibrante no es fruto del azar, sino un color patentado1 exclusivamente para el Parlamento. En un país donde el simbolismo pesa tanto, el azul representa seriedad, neutralidad y un futuro democrático.
Y hablando de simbolismo… en esta campaña, el partido de ultraderecha AfD ha escogido el lema "Alice für Deutschland", en honor a su líder Alice Weidel. La polémica ha sido inmediata, porque recuerda peligrosamente al eslogan nazi "Alles für Deutschland". AfD insiste en que es casualidad, pero en Alemania la memoria histórica no se toma a la ligera.
En estos momentos de tensión política y crisis, el acto de votar cobra aún más importancia. No es solo una elección más: es una oportunidad para decidir en qué tipo de sociedad queremos vivir. La historia ha demostrado que la indiferencia y la abstención pueden abrir las puertas a escenarios que creíamos superados. Ir a votar no es solo un derecho, sino una responsabilidad con el presente y con el futuro.
Encargado al diseñador Per Arnoldi, se escogió el color azul por en ese momento no había ningún partido que lo hubiera reclamado.
Me he levantado hoy pensando, entre otras cosas, en este post. Aquí ando, desde Madrid, cruzando los deditos para que no sea un día terrible por allá. ¡Mucho ánimo!
Mucha suerte Alemania! No olvidar la historia hoy puede ser muy importante para este país. Días extraños los que toca vivir.